3 de julio de 2017

FIESTA CLAUSURA CURSO 2016/2017

El pasado día 19 de junio se celebró el acto de clausura del curso 2016/17 en el SEPER de Bormujos.
Se acondicionó el patio del centro por parte del Ayuntamiento con la instalación de un equipo de sonido y la colocación de sillas en la que colaboraron varios alumnos del centro ayudando a nuestro conserje Carlos.

En dicho acto, participaron además de los profesores y alumnos del centro, representantes del Ayuntamiento, el Jefe de Estudios del IES de Coria al que está adscrito la SEPER y el Aula Abierta.

Estuvo presentado por dos alumnos de la ESPA Antonio Castañeda y Elena Barreiro y dos alumnos del Aula Abierta Fernando García y María Gracia.

El acto se abrió con unas palabras de acogida y bienvenida de la profesora Luisa y otras de agradecimiento del profesor Manolo y mención a la jefa de estudios Pilar, ausente por motivos personales.

Seguidamente se entregaron los diplomas de aprovechamiento a los distintos grupos y algunos alumnos fueron leyendo trabajos realizados durante el curso.

Así del grupo de Cultura General leyeron dos cartas: Mª Edicta Rodríguez y Ascensión Ramírez.
Del de Creatividad Literaria leyeron cinco alumnos: Ana Prieto, Melquiades Palacios, Luis Yuste, Francisca Gil y Baldomero Librero.

Los alumnos de inglés de A2 leyeron una carta abierta a su profesora.
Del grupo del Aula Abierta, Isabel Hernández, Dolores Librero y  Mª Ángeles Artímez leyeron una reseña del trabajo de investigación que presentaron en la UPO sobre la historia de la mujer en Bormujos.

El Jefe de Estudios del IES Rodrigo Caro de Coria del Río Manuel Vivas, repartió los diplomas a los alumnos de la ESPA y dirigió unas palabras a los asistentes; también entregó el premio a la ganadora del Concurso de relatos Concha Caballero a la alumna Elena Barreiro.

Cerró el acto la concejala de Educación Dª Mª Carmen Garfia, haciendo un reconocimiento al trabajo conjunto de profesores y alumnos y celebrando las mejoras que se pondrán en práctica el próximo curso, entre las que destacar la continuidad de la dotación de la profesora Mª José Sánchez que ha estado trabajando con el Aula Abierta y apoyando a los demás profesores del SEPER y el acondicionamiento del centro para el acceso al mismo de personas con movilidad reducida (ascensor, entrada al centro y baños) y la climatización.

Se finalizó compartiendo unos aperitivos servidos por un catering que encargó el Ayuntamiento de Bormujos que no pudo ser mejor broche.


CREATIVIDAD LITERARIA

Presentamos algunos trabajos del alumnado trabajados en "Creatividad literaria" en las siguientes tareas tipos:

- "El fuego de la memoria"


“Mocita de Tomares, pasa la barca”


Al escuchar estas sevillanas enseguida recordé cuando era moza:
Para ir a Sevilla pasábamos por la erilla, había una huerta de naranjos. Recuerdo cuando en primavera lorecía el azahar, era un olor delicioso. Después atravesábamos el río en barca hasta llegar a Sevilla. Aunque había varios kilómetros, a mí me parecía un paseo.


“Mocita de Tomares, pasa la barca”
                                                                         Francisca Gil Domínguez.

Querido director de la Educación de Adultos:


Soy una alumna del colegio y quiero que pongas más días de clase, que son pocos.
También quiero aprender a escribir bien, matemáticas, lenguaje y de informática (manejar el ordenador).
Dos días a la semana son pocos.
Alguna vez durante el curso vamos de excursión.
Esperamos que nos dé lo que pedimos. Un saludo cariñoso de:
Una alumna, Ascensión.

A la mujer más bonita,
Que es a la que yo más quiero,
Juntos por fin decidimos
Seguir el mismo sendero.
Mucho tiempo ha transcurrido
Y yo aun todavía espero,
Con  alegría y tesón,
Los dos la cima alcancemos.
Muy duro ha sido el camino
Y aún hoy lo sigue siendo,
Tú no desfallezcas nunca
Que yo te daré mi aliento.
Mas,  cogidos de la mano
Nuestro caminar es lento,
Siempre juntos estaremos
Disfrutando del momento.
Tú mira siempre adelante
Es lo que de ti yo espero,
Con toda seguridad
Venceremos al sendero.
                                                      Melquiades Palacios

Bormujos, 8 de mayo de 2.017

Hola Lina:
 Te conozco muy poco, pues no hace mucho tiempo que somos compañeras.
Pero me caes muy bien; me pareces una persona seria y formal.  Es mucha la edad que nos separa pero yo te ofrezco mi amistad para todo lo que necesites de mí. Sé que tienes una hermana y que os lleváis muy bien. Me encanta la gente cuando sabe convivir como tú. La convivencia, para mí, es una cosa de las más importantes de mi vida. Me gustaría que tú me contaras cosas tuyas como si de una amiga se tratara.
Te deseo todo lo mejor para que seas feliz, que en esta vida cuesta la felicidad.
Me despido con cariño,
                                                               María Edicta Rodríguez

“El fuego de la memoria”
Yo tenía 16 primaveras. Una tarde de sábado, con una temperatura de la misma estación, echado en la cama,  escuchaba música en la radio (en la voz del Guadalquivir,  recuerdo). Por esas fechas y durante muchos años más, tuvimos la fortuna en esta ciudad de disfrutar de espléndidos aficionados y profesionales de ese medio y desde aquí me gustaría expresarle mi profunda gratitud.
Yo había quedado con mis amigos para salir  a “ligar” como se decía entre nosotros; cuando anunciaron en la radio la emisión de una obra de música barroca de J.F. Handel, yo no la conocía y empezó a sonar aquella maravilla y me quedé alucinado; tanto que dejé de pasarla con mis amigos para poder terminar de escucharla.
… Todo esto me ha venido a la memoria al adquirir una localidad del Teatro Lope de Vega  para la representación de esa magnífica obra de arte, que todavía no le he nombrado, se llama:
“Acis y Galatea”
                                                    Luis Yuste

NIÑEZ Y ADOLESCENCIA


Soy Melquiades Palacios Galende (Mel para los amigos). Tuve la gran suerte de nacer en una familia humilde, pero bien avenida. Soy el menor de cuatro hermanos: dos varones y dos hembras. Mis hermanos al ser mayores siempre iban por delante, como preparando el camino.
Mis padres,  al igual que los demás vecinos del pueblo, se dedicaban a la agricultura, pequeñas explotaciones familiares que apenas producían para malvivir, ya que en los años que nos ocupa (la década de los 50) en plena posguerra civil, además de la situación política del momento, el campo estaba muy atrasado, todas las labores se hacían a mano, por lo que había una producción mínima. En esta situación, mis padres (como los demás en general) echaban mano de los niños para diversos menesteres.
Mi pueblo era y es pequeño, de unos 800 habitantes por aquellos años, habría unos 150 vecinos, es decir familias empadronadas.
La escolarización era obligatoria para niños y niñas, comprendidos entre los 7 y 14 años. Había una escuela minoritaria dividida en dos, las niñas tenían su maestro, fue una época que la recuerdo con mucho cariño, a pesar que, en los siete años que duró la enseñanza básica pasaron por la escuela cinco o seis maestros, cuando cambiaba el maestro nos cambiaba de libros de ahí el dicho: “cada maestrillo su librillo”.
Había unos 40 niños escolarizados y otras tantas niñas, que nos juntábamos en pandillas, para jugar a diversos juegos, escondite, correr, etc.
Cumplidos los 14 años, se dejaba la escuela y entonces nos incorporábamos al trabajo en la unidad familiar, había que pensar en algo que mejorara nuestro futuro. A finales de los años cincuenta Alemania solicita trabajadores para diversos sectores, había llegado el momento de intentar mejorar nuestro porvenir, comienza la emigración a Alemania principalmente, también a Francia, Suiza y en menor medida a otras capitales europeas.
En los años 60 con el plan de desarrollo industrial del Ministerio de Industria, empieza la inmigración del campo hacia las ciudades, principalmente Barcelona y Madrid, afectando a un número significativo de jóvenes, entre los cuáles me encontraba yo, que ingreso en septiembre de 1950 en una escuela de formación profesional industrial, en la cual permanecí durante cinco años, terminada mi formación me incorporo al mundo del trabajo, ingresando en una fábrica del sector metalúrgico.
                                                  Melquiades Palacios 


Mi admirado Hernán Cortés:


Le escribo estas letras para hacer llegar mi ilusión de que me hubiese gustado estar con usted en su tropa, de la cual formaba parte María de Estrada, una de las mujeres españolas que participó en la expedición de la conquista y peleó en la batalla con una lanza en la mano como si fuera uno de los hombres más valerosos.


No le he dicho que soy Ana María Prieto Ruiz, natura de Castilleja de la Cuesta, donde usted Sr. Conquistador pasó unos meses y es muy querido y admirado por mi pueblo. Como le digo siempre tuve la curiosidad de saber de vuecencia. Allá donde usted esté mis mejores deseos de que esté bien.


Atentamente Ana María Prieto Ruiz.