1. El meeting o encuentro aquí con nuestros amigos turcos y polacos del proyecto europeo. Este es el segundo año de este trabajo y que queremos que revierta en mejoras del centro. Tenemos organizado, como país anfitrión, una serie de actividades muy estudiadas y preparadas que seguro resultarán de gran interés.
2. Durante esta semana tienen lugar los exámenes de secundaria. En esta ocasión vendrán los compañeros del I.E.S. Rodrigo Caro a nuestro centro el lunes y miércoles para los exámenes de nivel 1 y el alumnado de nivel 2 irán el martes y jueves al I.E.S. Nestor Almendros. A todos ellos les deseamos suerte en los exámenes y recordarles que el viernes seguimos con las clases, a preparar ya el tercer trimestre. ¡Que es corto!
3. Una alumna de nuestro centro ha sido distinguida con el primer premio del concurso literario del Centro de Educación Permanente Juan XXIII. Se trata de la alumna de PreTae Mª Luisa Calvo de la Banda. Muchas felicidades y enhorabuena, María Luisa. A seguir escribiendo que tienes cualidades y lo haces cada vez mejor.
Aprovechamos esta plataforma del blog para dar a conocer este trabajo. El título es “Dibujando sonrisas”.
DIBUJANDO SONRISAS
A una ciudad de la vieja Europa llegaron la pequeña Sira y su padre Saúl, tratando de dejar atrás los recuerdos de un país en guerra y la desaparición de su querida mamá en un intenso bombardeo.
Sira con sus cinco añitos era la única motivación que Saúl tenía para sacar ánimo y seguir adelante, pero en su cara siempre había una expresión de inmensa tristeza.
Saúl era una persona muy habilidosa, y no tardó en encontrar la forma de obtener algunos ingresos haciendo todo tipo de trabajos, aunque su verdadera vocación siempre fue el arte de los pinceles y lienzos donde plasmaba con total realismo las imágenes que captaba en su retina.
Sira cariñosa y dicharachera preguntaba a su padre : - ¿Papá por qué nunca sonríes? .
Saúl mirándola con ternura le dijo:- Hijita, la vida no quiere sonreírnos y yo aunque lo intente no lo consigo.- Estás triste porque te acuerdas de mamá, yo también… ¡Mira! ¡Aquí tengo el neceser que me regaló por mi cumpleaños! La colonia, el champú los lazos, el cepillo del pelo, una diadema y hasta una barrita de labios “Little Lady” ¿A que es chulísimo?.
Saúl hizo una mueca que quiso ser el esbozo de una sonrisa y dándole un beso a su hija asintió con un gesto, mientras la pequeña seguía diciendo: - ¿Sabes una cosa? yo sé que algún día te haré reír ya lo verás. ¡Oye papá! ¿Por qué no salimos a dar un paseo por el campo?
¡Vamos! Coge tu maletín de pinturas y podrás pintarme con las flores ¡será divertido! Saúl haciendo un esfuerzo por complacer a su hija cogió los útiles necesarios y se dirigieron hacia la pradera.
Sira estaba feliz corriendo tras las mariposas, descubriendo nuevos y raros insectos y oliendo el perfume de las flores silvestres; mientras su padre hacía el boceto de lo que sería un precioso y colorido cuadro en el que Sira con su dulce carita sonreía alegre. Al terminar su vistosa, obra Saúl no pudo evitar una tenue sonrisa de satisfacción mirando con entusiasmo la imagen de su pequeña ¡Era tan bonita! Y le inspiraba tanta paz…
Al volver a casa, Saúl se encontró a un vecino que le saludó amablemente y le dijo que debería salir más y conocer la ciudad y a la gente pues eran muy acogedoras y amables exceptuando al “Señor Aguilar” ¿Quién es el Señor Aguilar? Preguntó Saúl extrañado .- Es la persona más poderosa de toda la comarca, tiene una inmensa fortuna y gran cantidad de de tierras y fábricas pero sus operarios le temen es muy serio y rígido ¡ya lo conocerás! .
Bueno, voy a llevar esta mesa que he hecho para la subasta, .- ¿Qué subasta? .- No te enteras de nada Saúl , el Ayuntamiento cede un local y los ciudadanos contribuimos con lo que cada uno pueda, tan bien colaboran las tiendas, bares y marcas de productos, después de la subasta lo que se obtenga se mandará para ayuda de personas cuyos países están en guerra, hasta la vista Saúl.
En la mente de Saúl se agolparon tal cantidad de imágenes y recuerdos, que se dejó caer abatido sobre una silla, Sira se acercó a su padre acariciándole la mejilla Saúl mirándola pensó en voz alta .-¿Qué podemos hacer nosotros?. La niña lo miraba extrañada, pero de pronto Saúl dijo: ¡Ya lo tengo! Sira ¿te gustó el cuadro que pinté? ¡Claro! es ¡guay! .-¿Qué te parece si lo llevamos a la subasta? Podrían comprarlo .- pero es mío .- yo te pintaré otro igual de bonito y así aportarás algo para las personas que lo necesitan, además tu eres muy lista y algún día podrás pintar mejor que yo .-¡vale! Dijo la niña.
El día de la subasta acudió mucha gente, hasta de las ciudades de los alrededores que generosamente iban pujando por toda clase de objetos,mientras por un megáfono iban diciendo los artículos que salían y a quien eran adjudicados, cuando a Saúl, le pareció oír el nombre del señor Aguilar,el cual había pagado una considerable cantidad por un cuadro por un momento quedó sorprendido, era su cuadro y solicitaban que el autor se personase en la oficina de gestión para felicitarle por su obra.
Y así fue como Saúl pudo conocer al señor Aguilar, un hombre pálido, alto y corpulento con un enorme bigote, el entrecejo fruncido y mirada penetrante, con un sombrero oscuro, tan serio y estirado que su semblante resultaba un tanto tétrico, éste saludó y felicitó a Saúl además de comunicarle su intención de organizar un evento para celebrar el aniversario de una de sus empresas y le gustaría mucho que le pintase un retrato para ponerlo en un lugar preferente de dicha empresa, por supuesto estaría dispuesto a pagarle lo que pidiera.
Saúl no salía de su asombro, y no se atrevía a aceptar pues no se creía lo suficientemente seguro para satisfacer a tan riguroso señor; pero su economía era escasa y no iba a dejar pasar la oportunidad.
Así que los días siguientes estaba tan ocupado poniendo todo su esmero en aquella pintura que casi no tenía tiempo para dedicarle a Sira, pero ella se distraía jugando a ser modelo maquillándose con su pequeño neceser.
Cuando el cuadro estuvo terminado, Saúl quedó bastante satisfecho de su obra pues había logrado captar con total acierto el semblante serio y huraño que caracterizaba a este señor; lo tapó con una sábana ya que era de grandes dimensiones,para protegerlo del polvo o algún posible arañazo y avisó para que vinieran a recogerlo.
Sira metida en su mundo pasó por delante de aquel gran telón, llena de curiosidad y en vista de que su padre no estaba quiso saber que se escondía detrás, así que sin pensárselo dos veces se metió debajo y pudo ver la cara de un señor tan serio y feo que no le gustó nada nada.
Esa misma tarde el señor Aguilar fue personalmente a recoger su cuadro pues quería ser el primero en verlo; cuando llegó, Saúl estaba nervioso, amablemente le ofreció asiento mientrasque se lo traía, cosa que el señor Aguilar rechazó altivo y orgulloso.
.-Bueno ¡aquí esta!.- Dijo Saúl, y quitando la sabana se quedaron atónitos, no podían creer lo que estaban viendo, el cuadro era perfecto pero; mostrando en la cara del señor Aguilar una amplia sonrisa pintada con carmín.
Saúl no daba crédito a lo que estaba pasando, .- no puede ser.- pensaba, y miraba temeroso la reacción del señor Aguilar que no salía de su asombro y lentamente se quitaba su sombrero con los ojos fijos en el cuadro mientras continuaba con la boca abierta. En ese mismo instante apareció Sira luciendo su carita toda pintada de carmín como un pequeño payaso, diciendo: .- He sido yo ¿¡a que así está más guapo! El señor Aguilar fue volviendo su mirada hacia Sira mientras una tenue sonrisa aparecía en su cara para ir poco apoco convirtiéndose en una inmensa y estrepitosa carcajada causando tanta gracia a Saúl que tampoco pudo evitar una sonora carcajada, cuando por fin pudieron
Contener la risa, el señor Aguilar dijo: .- Saúl pienso que no quedaría mal si mi cuadro tuviera una sonrisa.- y así fue, como el cuadro del señor Aguilar terminó con una sonrisa.
Cuando llegó el día de la celebración, asistieron una gran multitud de personas, entre los operarios que no pudieron eludir el compromiso y los que presumíande su amistad pues
a pesar de la fama que tenía de seco y poco agradable era una persona tan influyente que a muchos les interesaba mantener con él una cordial relación. Todo transcurría como era de esperar, cuando el señor Aguilar reclamó unos minutos de atención;pues quería comunicarles que a partir de ese momento una de las paredes de aquel lugar estaría presidida por un retrato suyo, creyendo que este era el momento más oportuno para que todos pudieran verlo y acto seguido corrió la cortinilla que dejaba al descubierto su imagen sonriente, en aquel momento se hizo un silencio, los invitados no sabían cómo reaccionar, mientrasse miraban tratando de aguantar una sonrisa que poco apoco se iban contagiando de unos a otros como una epidemia, el señor Aguilar,quiso romper el hielo y recordando las palabras de la pequeña Sira dijo: .-¿ A que así estoy más guapo?.- los asistentes rompieron en carcajadas y todos comentaban el humor hasta ahora desconocido del anfitrión.
A partir de ese día el señor Aguilar era una persona más amable y condescendiente con todos por lo cual sus empleados se sentían más cómodos en el trabajo, y este cambio de actitud le hizo tener mayores beneficios.
Sencillamente cambió su vida de tal manera, que quiso darle las gracias a Saúl ofreciéndole el puesto de jefe publicista para todos sus productos, Saúl aceptó, y fue feliz con su pequeña hija, que un día le dijo: .- ya puedes sonreír,.- .-Sí pequeña, la vida empieza a sonreírnos y todo gracias a tí.-.
Mientras, el señor Aguilar sentado en su cómodo sillón se tomaba un café, meditaba .-Lo que puede conseguir una sonrisa...-
Mª LUISA CALVO DE LA BANDA RAMOS
DIBUJANDO SONRISAS
A una ciudad de la vieja Europa llegaron la pequeña Sira y su padre Saúl, tratando de dejar atrás los recuerdos de un país en guerra y la desaparición de su querida mamá en un intenso bombardeo.
Sira con sus cinco añitos era la única motivación que Saúl tenía para sacar ánimo y seguir adelante, pero en su cara siempre había una expresión de inmensa tristeza.
Saúl era una persona muy habilidosa, y no tardó en encontrar la forma de obtener algunos ingresos haciendo todo tipo de trabajos, aunque su verdadera vocación siempre fue el arte de los pinceles y lienzos donde plasmaba con total realismo las imágenes que captaba en su retina.
Sira cariñosa y dicharachera preguntaba a su padre : - ¿Papá por qué nunca sonríes? .
Saúl mirándola con ternura le dijo:- Hijita, la vida no quiere sonreírnos y yo aunque lo intente no lo consigo.- Estás triste porque te acuerdas de mamá, yo también… ¡Mira! ¡Aquí tengo el neceser que me regaló por mi cumpleaños! La colonia, el champú los lazos, el cepillo del pelo, una diadema y hasta una barrita de labios “Little Lady” ¿A que es chulísimo?.
Saúl hizo una mueca que quiso ser el esbozo de una sonrisa y dándole un beso a su hija asintió con un gesto, mientras la pequeña seguía diciendo: - ¿Sabes una cosa? yo sé que algún día te haré reír ya lo verás. ¡Oye papá! ¿Por qué no salimos a dar un paseo por el campo?
¡Vamos! Coge tu maletín de pinturas y podrás pintarme con las flores ¡será divertido! Saúl haciendo un esfuerzo por complacer a su hija cogió los útiles necesarios y se dirigieron hacia la pradera.
Sira estaba feliz corriendo tras las mariposas, descubriendo nuevos y raros insectos y oliendo el perfume de las flores silvestres; mientras su padre hacía el boceto de lo que sería un precioso y colorido cuadro en el que Sira con su dulce carita sonreía alegre. Al terminar su vistosa, obra Saúl no pudo evitar una tenue sonrisa de satisfacción mirando con entusiasmo la imagen de su pequeña ¡Era tan bonita! Y le inspiraba tanta paz…
Al volver a casa, Saúl se encontró a un vecino que le saludó amablemente y le dijo que debería salir más y conocer la ciudad y a la gente pues eran muy acogedoras y amables exceptuando al “Señor Aguilar” ¿Quién es el Señor Aguilar? Preguntó Saúl extrañado .- Es la persona más poderosa de toda la comarca, tiene una inmensa fortuna y gran cantidad de de tierras y fábricas pero sus operarios le temen es muy serio y rígido ¡ya lo conocerás! .
Bueno, voy a llevar esta mesa que he hecho para la subasta, .- ¿Qué subasta? .- No te enteras de nada Saúl , el Ayuntamiento cede un local y los ciudadanos contribuimos con lo que cada uno pueda, tan bien colaboran las tiendas, bares y marcas de productos, después de la subasta lo que se obtenga se mandará para ayuda de personas cuyos países están en guerra, hasta la vista Saúl.
En la mente de Saúl se agolparon tal cantidad de imágenes y recuerdos, que se dejó caer abatido sobre una silla, Sira se acercó a su padre acariciándole la mejilla Saúl mirándola pensó en voz alta .-¿Qué podemos hacer nosotros?. La niña lo miraba extrañada, pero de pronto Saúl dijo: ¡Ya lo tengo! Sira ¿te gustó el cuadro que pinté? ¡Claro! es ¡guay! .-¿Qué te parece si lo llevamos a la subasta? Podrían comprarlo .- pero es mío .- yo te pintaré otro igual de bonito y así aportarás algo para las personas que lo necesitan, además tu eres muy lista y algún día podrás pintar mejor que yo .-¡vale! Dijo la niña.
El día de la subasta acudió mucha gente, hasta de las ciudades de los alrededores que generosamente iban pujando por toda clase de objetos,mientras por un megáfono iban diciendo los artículos que salían y a quien eran adjudicados, cuando a Saúl, le pareció oír el nombre del señor Aguilar,el cual había pagado una considerable cantidad por un cuadro por un momento quedó sorprendido, era su cuadro y solicitaban que el autor se personase en la oficina de gestión para felicitarle por su obra.
Y así fue como Saúl pudo conocer al señor Aguilar, un hombre pálido, alto y corpulento con un enorme bigote, el entrecejo fruncido y mirada penetrante, con un sombrero oscuro, tan serio y estirado que su semblante resultaba un tanto tétrico, éste saludó y felicitó a Saúl además de comunicarle su intención de organizar un evento para celebrar el aniversario de una de sus empresas y le gustaría mucho que le pintase un retrato para ponerlo en un lugar preferente de dicha empresa, por supuesto estaría dispuesto a pagarle lo que pidiera.
Saúl no salía de su asombro, y no se atrevía a aceptar pues no se creía lo suficientemente seguro para satisfacer a tan riguroso señor; pero su economía era escasa y no iba a dejar pasar la oportunidad.
Así que los días siguientes estaba tan ocupado poniendo todo su esmero en aquella pintura que casi no tenía tiempo para dedicarle a Sira, pero ella se distraía jugando a ser modelo maquillándose con su pequeño neceser.
Cuando el cuadro estuvo terminado, Saúl quedó bastante satisfecho de su obra pues había logrado captar con total acierto el semblante serio y huraño que caracterizaba a este señor; lo tapó con una sábana ya que era de grandes dimensiones,para protegerlo del polvo o algún posible arañazo y avisó para que vinieran a recogerlo.
Sira metida en su mundo pasó por delante de aquel gran telón, llena de curiosidad y en vista de que su padre no estaba quiso saber que se escondía detrás, así que sin pensárselo dos veces se metió debajo y pudo ver la cara de un señor tan serio y feo que no le gustó nada nada.
Esa misma tarde el señor Aguilar fue personalmente a recoger su cuadro pues quería ser el primero en verlo; cuando llegó, Saúl estaba nervioso, amablemente le ofreció asiento mientrasque se lo traía, cosa que el señor Aguilar rechazó altivo y orgulloso.
.-Bueno ¡aquí esta!.- Dijo Saúl, y quitando la sabana se quedaron atónitos, no podían creer lo que estaban viendo, el cuadro era perfecto pero; mostrando en la cara del señor Aguilar una amplia sonrisa pintada con carmín.
Saúl no daba crédito a lo que estaba pasando, .- no puede ser.- pensaba, y miraba temeroso la reacción del señor Aguilar que no salía de su asombro y lentamente se quitaba su sombrero con los ojos fijos en el cuadro mientras continuaba con la boca abierta. En ese mismo instante apareció Sira luciendo su carita toda pintada de carmín como un pequeño payaso, diciendo: .- He sido yo ¿¡a que así está más guapo! El señor Aguilar fue volviendo su mirada hacia Sira mientras una tenue sonrisa aparecía en su cara para ir poco apoco convirtiéndose en una inmensa y estrepitosa carcajada causando tanta gracia a Saúl que tampoco pudo evitar una sonora carcajada, cuando por fin pudieron
Contener la risa, el señor Aguilar dijo: .- Saúl pienso que no quedaría mal si mi cuadro tuviera una sonrisa.- y así fue, como el cuadro del señor Aguilar terminó con una sonrisa.
Cuando llegó el día de la celebración, asistieron una gran multitud de personas, entre los operarios que no pudieron eludir el compromiso y los que presumíande su amistad pues
a pesar de la fama que tenía de seco y poco agradable era una persona tan influyente que a muchos les interesaba mantener con él una cordial relación. Todo transcurría como era de esperar, cuando el señor Aguilar reclamó unos minutos de atención;pues quería comunicarles que a partir de ese momento una de las paredes de aquel lugar estaría presidida por un retrato suyo, creyendo que este era el momento más oportuno para que todos pudieran verlo y acto seguido corrió la cortinilla que dejaba al descubierto su imagen sonriente, en aquel momento se hizo un silencio, los invitados no sabían cómo reaccionar, mientrasse miraban tratando de aguantar una sonrisa que poco apoco se iban contagiando de unos a otros como una epidemia, el señor Aguilar,quiso romper el hielo y recordando las palabras de la pequeña Sira dijo: .-¿ A que así estoy más guapo?.- los asistentes rompieron en carcajadas y todos comentaban el humor hasta ahora desconocido del anfitrión.
A partir de ese día el señor Aguilar era una persona más amable y condescendiente con todos por lo cual sus empleados se sentían más cómodos en el trabajo, y este cambio de actitud le hizo tener mayores beneficios.
Sencillamente cambió su vida de tal manera, que quiso darle las gracias a Saúl ofreciéndole el puesto de jefe publicista para todos sus productos, Saúl aceptó, y fue feliz con su pequeña hija, que un día le dijo: .- ya puedes sonreír,.- .-Sí pequeña, la vida empieza a sonreírnos y todo gracias a tí.-.
Mientras, el señor Aguilar sentado en su cómodo sillón se tomaba un café, meditaba .-Lo que puede conseguir una sonrisa...-
Mª LUISA CALVO DE LA BANDA RAMOS
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