Hace pocos
días asistimos a una conferencia-charla acerca de la villa romana de Itálica.
Fue muy interesante e instructiva. El conferenciante, autoridad en la materia
(Doctor Manuel Bendala Galán), nos mostró su sabiduría durante más de una hora,
que se nos hizo corta.
Nos habló
del fundador de Itálica, Publio Cornelio Escipión el africano (Mayor), quien combatió y derrotó al gran
enemigo de Roma, por aquellos tiempos, Aníbal. Así que después de acabar con la
amenaza del Imperio, quiso ofrecer a sus generales y mandos militares una
especie de recompensa por el gran esfuerzo, fundando Itálica, para el gozo y
disfrute de las legiones.
Visita
guiada a Itálica:
Así que,
como magnífico guía que nos asistió, Juan Escacena, nos contaba con numerosos
detalles y anécdotas, todos los secretos y virtudes del municipio, hoy casi
totalmente destruido y diezmado. Su templo a Trajano, natural de la misma,
también fue natural de ella Adriano. De modo que dos grandes emperadores del
Imperio vieron la luz por primera vez aquí.
Las termas,
el planetario, domus, y casas palacio, edificios público y privados
(semipúblico), a la sazón como especie de hoteles con todos los servicios para
grana cantidad de clientes con sus gimnasios, piscinas, pistas de atletismo,
entrenamiento y relax.
Fuimos
testigos de la labor de restauración que se está llevando a cabo, aunque con
poco personal, al parecer, pero con mucho entusiasmo y dedicación.
Lo más
espectacular de la visita fue el Gran Anfiteatro, con tres gradas diferenciadas
y grandes compartimentos para gladiadores y animales (preferentemente toros).
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